La bomba de agua es un componente esencial del sistema de refrigeración del motor. Su función principal es hacer circular el refrigerante a través del motor y el radiador, permitiendo mantener la temperatura adecuada y evitar el sobrecalentamiento. Una bomba de agua dañada puede provocar graves averías si no se detecta y repara a tiempo.
En este artículo te explicamos cómo identificar los síntomas de una bomba de agua averiada y cuáles son las causas más comunes del fallo.
Síntomas de una bomba de agua dañada
Algunos de los síntomas más frecuentes que indican un fallo en la bomba de agua son:
- Temperatura elevada del motor, especialmente en trayectos cortos o en ciudad.
- Pérdida de refrigerante, con o sin manchas visibles bajo el coche.
- Ruidos metálicos o chillidos provenientes del motor, causados por el desgaste del rodamiento de la bomba.
- Vapor o humo blanco saliendo del capó, señal clara de sobrecalentamiento.
- Correa de distribución dañada o suelta, ya que en muchos modelos la bomba de agua va conectada a ella.
Causas comunes del daño en la bomba de agua
El fallo en la bomba de agua puede producirse por diferentes razones:
- Desgaste natural tras muchos kilómetros recorridos.
- Fugas en los retenes o juntas, que provocan pérdida de refrigerante.
- Corrosión interna por uso de refrigerante de mala calidad o falta de mantenimiento.
- Instalación incorrecta o defectuosa en cambios anteriores.
- Fallo en la polea o rodamientos, que afectan su funcionamiento.
Una bomba de agua defectuosa puede provocar fallos severos en el motor. Si notas cualquiera de los síntomas descritos, solicita una inspección cuanto antes.
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