El sistema de escape es clave para el funcionamiento eficiente y seguro de un vehículo. No solo reduce el ruido del motor, sino que también canaliza los gases de combustión fuera del habitáculo y contribuye a controlar las emisiones contaminantes. Cuando se presentan fugas en el tubo de escape, pueden surgir problemas tanto mecánicos como de seguridad.
En este artículo te explicamos por qué se producen estas fugas, cómo identificarlas y qué hacer para solucionarlas cuanto antes.
¿Por qué se producen fugas en el sistema de escape?
Las fugas en el tubo de escape pueden aparecer por diversas causas, entre las más comunes están:
- Corrosión por humedad o sal: especialmente frecuente en zonas húmedas o en vehículos que circulan por carreteras con sal.
- Impactos o golpes: al pasar por badenes, baches o bordillos que puedan dañar el sistema de escape.
- Desgaste natural: con el tiempo, las juntas, abrazaderas y tubos pueden deteriorarse.
- Defectos de montaje o malas reparaciones anteriores que comprometen la hermeticidad del sistema.
¿Cómo detectar una fuga en el tubo de escape?
Detectar una fuga en el tubo de escape a tiempo es fundamental para evitar averías mayores. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Ruido excesivo al acelerar o un sonido diferente al habitual (más grave o tipo soplido).
- Olor a gases dentro del habitáculo, lo que puede ser peligroso para los ocupantes.
- Humo visible en zonas no habituales del sistema de escape.
- Pérdida de potencia del motor o tirones durante la conducción.
- Aumento en el consumo de combustible.
- Encendido del testigo de motor (Check Engine), especialmente si afecta al catalizador o sensores de oxígeno.
Riesgos de conducir con una fuga en el escape
La reparación de una fuga depende del tipo y ubicación del daño:
- Sustitución de tramos del tubo si la fuga es grande o el material está muy corroído.
- Cambio de abrazaderas, juntas o soportes que estén desgastados.
- Sellado temporal con masilla especial para escapes, en casos leves y como solución provisional.
- Revisión completa del sistema para descartar otras fugas o daños colaterales.
Si sospechas que tu vehículo tiene una fuga en el sistema de escape, no lo dejes pasar. Actuar a tiempo evita averías mayores, reduce el riesgo para la salud y mejora el rendimiento del coche. En nuestro taller disponemos del equipamiento y la experiencia necesaria para detectar y reparar cualquier fuga en el tubo de escape de forma rápida y eficaz.