¿Sabías que hay más de 15 millones de vehículos en España con más de 10 años de antigüedad? Esto implica que el 40% de los coches en nuestro país no cumplen con todas las normas de seguridad en el coche que deberían o podrían.
Para conocer mejor estas normas, primero tenemos que diferenciar entre seguridad pasiva y seguridad activa del coche:
Dispositivos de seguridad pasiva
Son aquellos que actúan una vez se ha producido el accidente, con la intención de reducir al máximo posible los daños en los pasajeros. Es decir, elementos que entran en juego cuando ya el coche ha chocado, volcado, etc. Hablamos de:
– Cinturón de seguridad: salva unas 100.000 vidas al año.
– Reposacabezas: altamente efectivo en choques a poca velocidad o rebote de colisiones.
– Airbags: amortiguan el impacto contra el volante, panel de instrumentos y luna delantera. Reducen en un 30% el riesgo de muerte.
– Pretensores: en caso de impacto tensan los cinturones de seguridad evitando que los pasajeros se deslicen hacia delante con la inercia del golpe sobre el coche.
– Carrocería y chasis: absorben la energía del golpe para que el impacte se note lo menos posible en el interior del coche.
– Lunas: el compuesto de estos cristales está diseñado para que no salten astillas, además las ventanas laterales son más fáciles de romper en caso de salida de emergencia.
– Anclajes: elemento clave en la seguridad infantil. Es un sistema de fijación diseñado para niños de hasta 18kg. Respecto a los niños y la seguridad en el coche puedes leer más en Cómo elegir la silla de niños para el coche.
Elementos de seguridad activa
En cambio, los elementos de seguridad activa evitan que se produzca el accidente en sí. Trabajan en conjunto proporcionando una mayor estabilidad y eficacia al vehículo en marcha.
– Sistema ABS bloqueo de frenos: reduce la distancia de frenado y previene que las ruedas se bloqueen permitiendo al conductor maniobrar a la vez que frena, asegurando así el control sobre el vehículo.
– Sistema ESP control de estabilidad: sus sensores perciben la velocidad de cada llanta y las posiciones del volante y del acelerador, y mediante un proceso electrónico determina qué acciones tomar de forma automática, sin intervención del conductor.
– Sensores de presión de los neumáticos: nos avisan con suficiente antelación de un pinchazo y de revisar la presión cada cierto tiempo.
– Sistemas de frenado automático: el coche activa los frenos sin necesidad de que el conductor haga nada gracias a unos sensores delanteros y teniendo en cuenta la velocidad a la que circula.
– Iluminación: la nueva ley hace que todos los coches incorporen unas mínimas luces encendidas, no hace falta que sea de noche para que se enciendan, pues lo importante en carretera es ver y ser visto.
Estos son sólo algunos de los elementos de seguridad en el coche que más valoramos en GuerreroCar, pero estaremos encantados de recibir vuestras opiniones para profundizar más en este tema tan interesante.